
Gran parte de las tramas ya las
teníamos desde la temporada pasada, y aunque a algunos pueda molestarle que el
programa se tome el tiempo que le da la gana en resolverlas, a mí me gusta que
en esto refleje un poco más la vida cotidiana. Digo, si bien no es muy fácil
identificarse con las situaciones de estos personajes debido al contexto
histórico, en la vida real los problemas no se resuelven tan rápido como uno
quisiera ni de manera tan tajante. Son parte de la vida, se entremezclan con otras
situaciones, quedan pendientes indefinidamente, y eso es algo que Downton Abbey
sabe reflejar muy bien.
Es un show complicado de resumir
porque hay muchas tramas sucediendo al mismo tiempo, y muchos personajes a
quienes darle atención. Veamos cómo me va con este intento de reseña ordenada
sobre lo que pasó en este primer capítulo.
Los nuevos tiempos llegan a Downton Abbey
La trama que seguramente
recorrerá toda la temporada, es la llegada de un nuevo orden social y político.
Es 1924 y el primer partido laborista ha llegado a Inglaterra, trayendo consigo
muchas preocupaciones para la clase aristocrática, y nuevos ideales para la
clase obrera.

La gente del pueblo quiere
construir un monumento a los caídos en la guerra, y es a Carson a quien piden
que sea el presidente del comité. Carson, que tiene una reputación intachable
en el pueblo, es como suele decirse ‘más papista que el papa’, y es quien más
vehementemente defiende los ideales de la monarquía. Aunque al final acepta ser
el presidente del comité, pone como condición tener a Robert como beneficiario.
Sin embargo, tampoco todos los
habitantes del piso de abajo comparten las opiniones de Carson. Jimmy se nota
entusiasmado en tener un mandatario que sepa sobre las dificultades de la clase
obrera, y Daisy, querida Daisy, intenta aprender matemáticas con la idea de
algún día poder cambiar su futuro. Incluso en esto, hay opiniones distintas
sobre si apoyarla o no.
Pero donde más interesantemente
juega este debate entre el viejo y es nuevo orden, para mí, es en Tom. Branson,
que viene de la clase obrera y subió de categoría casi sin querer, está
atrapado entre dos mundos bastante contradictorios. Sus ideales de izquierda lo
hacen pensar en verdaderos cambios, pero ahora que vive dentro de la aristocracia,
sabe apreciar que no son el demonio que parecen ser cuando se ven desde abajo.
Él mismo no pertenece completamente a ninguno de los dos lados, y aunque
considera a los Crawley una verdadera familia, sabe que sus circunstancias no
son las mismas.
Si a esto le agregamos la
presencia de Sarah Bunting, profesora con ideologías socialistas que hace algún
tiempo entabló amistad con Branson, la cosa se pone más complicada. Pero para
nuestro entretenimiento, la llegada de Sarah es espléndida. Lo cierto es que
las situaciones incómodas que generó en la cena con los Crawley fueron de los mejores
momentos del episodio, y me gustó que más allá de que tenga ideales muy
establecidos, realmente no intentaba confrontar a nadie. Yo pensaba que la
chica iba a llegar a la abadía para causar guerra, pero ella realmente
intentaba mantener un buen comportamiento. Simplemente no es el tipo de persona
que se muerde la lengua, y no suele darse cuenta de que las cosas que dice
están muy fuera de lugar.
Indicios de romance
Aparte de las parejas ya
establecidas en la serie, y de la ya mencionada amistad entre Tom y Sarah, tenemos
un número importante de nuevas posibles relaciones que no sabemos si darán
fruto, pero se ven interesantes.

Por otro lado tenemos a Molesley
y la Sra. Baxter, que me dan esa ternura de gente con vidas tristes que finalmente
encuentran consuelo en otras personas. Molesley siguió con su eterna racha de
mala suerte cuando intentó rejuvenecer su look, pero se da tiempo para aconsejar
a la Sra. Baxter en su dilema con Thomas y el secreto que sabe de ella.
Ya que estamos en el tema, me
gustó como se manejó esa trama, aunque la fórmula de “Thomas intenta chantajear
a alguien, Cora lo descubre y amenaza, pero Thomas realiza un acto heroico y
vuelve a su buen nombre” ya la usaron aquella vez que escondió a Isis para
luego rescatarla. De todas maneras, Thomas merecía un escarmiento por ser tan
entrometido, y lograron de una manera inteligente que la Sra. Baxter se lo
saque de encima sin que nos enteremos completamente de su secreto. Lo que
sabemos es que estuvo en la cárcel por robar joyas de su antigua empleadora, y que
la razón por la cual que lo hizo le avergüenza más que el hecho en sí.

El último proyecto de pareja que
cabe mencionar son Lady Mary y Lord Gillingham, que (oh escándalo), están
planeando una escapada para poder “conocerse completamente”. Me gusta que Gillingham
lo haya propuesto porque sabe que es algo que preocupa a Mary, y que sea su
manera de convencerla de que se case con él. Sin embrago, no creo que Charles
Blake esté completamente fuera del panorama. En mi opinión, Blake fue el
favorito en la temporada pasada, y tal vez esta sea una manera de emparejar la
situación antes de volver a introducirlo.
Rose, Edith, y el Gran Fuego
Subtítulo inventado para decir
que aquí vienen las cosas que no entraban en ninguno de los otros ejes
temáticos.
Aunque Rose todavía no tiene una
trama definida, quería comentar su personaje porque realmente me parece
adorable. Creo que esta Rose ha superado las niñerías de querer ser ‘rebelde’,
como sucedía en la temporada pasada, y simplemente quiere ayudar a aquellos que
lo necesitan, a su propia traviesa manera. Es lo que pasa cuando invita a Sarah
Bunting a la cena en Downton porque se da cuenta que Tom no se siente del todo
parte de la familia.


A alguien se le ocurre otra
manera de cómo se salva Jimmy? Cuál será la idea de Tim para mantener juntas a
Edith y Marigold? Logrará Mary su plan de escape sin que nadie se entere? Una
semana es demasiada espera para mi…
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